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El desamor de Wembley: la final de la Liga de Campeones 2011 del Manchester United
Mouad KhadraouiUna noche de orgullo y frustración en la casa del fútbol
Estadio de Wembley, 2011. El teatro de los sueños se había trasladado a Londres, donde el Manchester United, los Diablos Rojos, estaba dispuesto a conquistar Europa una vez más. Frente a la fuerza aparentemente imparable del Barcelona, los hombres de Sir Alex Ferguson sabían que les esperaba una batalla.
El rugido de Rooney y un atisbo de esperanza
A pesar del dominio del Barcelona en la posesión, la resistencia del United brilló. Wayne Rooney, el delantero talismán, soltó un gol atronador para empatar el marcador, silenciando al contingente catalán y encendiendo un fuego en los corazones de todos los seguidores del United. Por un momento, el sueño pareció estar al alcance de la mano.
Una clase magistral que no pudimos negar
Aunque el resultado final no fue el que los aficionados del Manchester United esperaban, presenciar la brillantez del Barcelona fue impresionante. Messi, un mago con el balón en los pies, orquestó el ataque con precisión y maestría. Incluso en la derrota, la actuación del equipo fue reconocida como una de las mejores.
El espíritu del 11 sigue vivo
La final de 2011 no sumó otro trofeo al palmarés del Manchester United, pero demostró el espíritu inquebrantable del club. Los Diablos Rojos lucharon, rugieron y se enfrentaron a uno de los mejores equipos que se hayan reunido jamás.